En nuestro articulo de hoy hablamos de la relación entre solicitar una subvención y la Ley de morosidad. Si estás en valorando solicitar una subvención, por ejemplo en incentivos fiscales a la I+D+i, debes de tener en cuenta ciertos aspectos de esta ley.
Si nos ponemos en situación, la Ley 38/2003, de 17 de noviembre, General de Subvenciones, es un instrumento legislativo. Se basa en los principios de estabilidad presupuestaria y transparencia. Además regula el régimen jurídico de las subvenciones que otorgan las distintas Administraciones Públicas en España. En ella se establece, la obligación de elaborar un plan estratégico de subvenciones por parte de las Administraciones públicas. Este plan debe contar con el fin, efectos, plazos, costes estimados y fuentes de financiación, todo ello supeditado a los objetivos de estabilidad presupuestaria.
Modificaciones en la solicitud de ayudas públicas
La última modificación que se produjo en referencia a la solicitud de ayudas públicas, fue en junio del año pasado en la Ley General de Subvenciones (Ley 38/2003 de 17 de noviembre). Estos cambios dieron lugar a dos requisitos adicionales:
Por un lado la imposibilidad de ser beneficiario de una subvención de más de 30.000 euros para aquellas empresas que incumplan la Ley de Morosidad (3/2004). Es decir, deben verificar que pagan a sus proveedores a 60 días o menos (desde la fecha de entrega o desde la fecha de factura).
Por otro lado exige que los gastos justificados de los proyectos hayan sido pagados dentro del plazo establecido en la Ley de Morosidad (3/2004).
Además se establece que aquellas empresas que puedan presentar cuentas de pérdidas y ganancias abreviadas deben acreditar el cumplimiento de la Ley de Morosidad a través de una declaración propia de la empresa. Sin embargo aquellas que no puedan presentarlo, lo pueden justificar a través del certificado emitido por un auditor de cuentas ROAC (Registro Oficial de Auditores de Cuentas).
En resumen, si tu empresa va solicitar una subvención de menos de 30.000 € solo tendrás que asegurarte de que los gastos subvencionados se pagan en el plazo establecido en la Ley. Pero, si la ayuda es igual o superior a 30.000 €, además tendrás que acreditar que tu empresa cumple con la ley de morosidad. Algunas de estas ayudas necesitan de una entidad acreditada para cumplimentar con los justificar el cumplimiento de requisitos.
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